jueves, 24 de septiembre de 2009

Aca les dejo una historia muy corta mientras tanto...

Sin titulo.

A lo lejos se escuchaba el griterío de la gente. Las luces de neón rojas y verdes del aviso gigante al otro lado de la autopista, se colaban por la noche e iluminaban el cuartucho. “Coño, mataron a la Patricia”, pensó. Echada bocarriba en la cama fumaba un cigarrillo. Un vaso con un trago de ron se diluía en los hielos que no soportaban el calor de la noche. Al igual se diluía la vida de “La Patricia” en el charco de sangre en uno de los callejones del barrio. “Te lo dije. No te metas con ese carajito, mira que anda en peos de drogas”, hablaba en voz alta, “Chica, ¿por qué no me hiciste caso? Y ahora que voy a…”, y la voz se quebró dejando salir un gemido. El humo del cigarrillo subía en suaves líneas hasta el techo. Hacía calor. “Ahora voy a tener que luchar en la calle yo sola. Estoy harta de todo esto”, mas gemidos. Se levanta, toma el vaso y se apoya en el marco de la ventana. Desde allí podía ver toda la ciudad. “¿Qué futuro puede tener una cuando tu abuela y tu madre han sido unas putas?”. Bebió hasta la última gota y mientras arrojaba el vaso por la ventana gritaba: “Ser una puta”.

3 comentarios:

Edurne dijo...

Pues muy triste destino, ya lo creo!

Un abrazote!

Lore b dijo...

gracias por tus escritos..

Monchis dijo...

Corto y contundente.... fantástico regreso.

Un saludo