martes, 29 de enero de 2008

SIN TITULO


“Hay una alegría extraña en saber que aún podemos estar tristes. Significa, entre otras cosas, que no estamos perdidos”.

Ausencias. Buzón de tiempo
Mario Benedetti.



Mis manos se encuentran solitarias, tristes;
por que ya no te acarician, no te tocan.
Solo les queda el recuerdo de tu piel
y tu calor.
Esas manos que ya tenían la costumbre
de recorrer tu pecho,
acariciar tus piernas y explorar tus nalgas,
como quien sube a una bella colina.
Manos que disfrutaban el calor de tu sexo
y la suavidad de tu espalda.
Hoy, esas manos, están vacías,
consolándose apenas
con el recuerdo
de tu no presencia.



XXV Oct. 01

1 comentario:

Lascivus dijo...

Hola Haldar, de corazón espero que esta hermosa poesía no sea más que un ejercicio literario, porque si describe una situación personal las debes estar pasando negras: la añoranza física de un amor ausente es una de las cosas más terribles que nos pueden suceder...

¡Un abrazo!