viernes, 18 de enero de 2008

PARTE 1 DE ALGO....


Allí estaba, sobre el suelo. No recordaba nada. Solo sentía un fuerte dolor de cabeza. Podía reconocer el techo, es el mismo que ha visto durante años, ocho quizás. Las mismas marcas, aquellas con las que jugaba para crear imagenes irreales en los momento de aburrimiento tirado sobre la cama. Si, esa era su habitación. En la esquina seguía la ropa sucia amontonada, esperando el fin de semana para ser lavada. Intento ponerse en pie y en ese primer intento no pudo. Todo su cuerpo estaba adolorido. Recordó una vez cuando estaba en la escuela, tenia 8 años, ahora tiene 30; que un grupo de chicos, eran cinco, mayores que él, 16 o 17 tal vez, lo agarraron al salir del colegio y lo arrastraron hasta un pequeño descampado por donde no pasaba nadie. Allí, mientras dos lo sujetaban, los otros lo golpeaban. Casi perdió el conocimiento. Lo arrojaron boca abajo al suelo y le arrancaron los pantalones, ellos se bajaron los suyos hasta las rodillas, dispuestos a empezar el "festín de la carne". Miro hacia ellos y vio que estaban excitados. Justo en ese momento todo el miedo y el dolor desaparecieron repentinamente, incluso sintió algo, que en ese momento no supo que era, pero no se sentía mal. Pero sorpresivamente comenzo a caer un chaparron de agua. Los chicos se levantaron los pantalones y huyeron corriendo, mientras su risotadas se perdían en medio de la lluvia. Lorenzo, o Lolo, como le decía su abuela, quedo tirado allí, mojado, semi desnudo, con la cara contra la tierra, salpicado de barro. Nunca había visto la lluvia caer al ras del suelo. Y fue la lluvia que lo trajo de regreso al presente, a visión del techo y del cuerpo adolorido.


Se levanto y tambaleándose llego al baño. Se miro al espejo y para su sorpresa, su camisa estaba manchada de sangre. Se la quito rápidamente, pensando que estaba herido, pero no. Reviso cuidadosamente su delgado cuerpo frente al espejo, buscando aunque fuese un rasguño. Pero nada, no había nada. No sabia que había pasado, ni de quien era la sangre. Decidió tomar una ducha y dormir un rato y luego tratar de recordar que había pasado. Se acostó desnudo, casi mojado, y se durmió. Seguía lloviendo.


2 comentarios:

Lascivus dijo...

Hldr: Gracias por la visita y por tus palabras, allá te dejé un mensaje pero no aguante la tentación de dejar una huella por acá ;o)

Te deseo mucha suerte, y no tardes en continuar la historia: quedé enganchado y espero poder leer pronto la parte 2 de algo.

Un fuerte abrazo.

Monchis dijo...

Hola Haldar,

Muy buen comienzo....

A mi también me gusta publicar historias en varias entregas... es muy divertido e interesante!!!

Saludos,