domingo, 25 de mayo de 2008

EL ENMASCARADO ANÓNIMO (VI)

Orejas en forma de tubérculos marrón rojizos, rostros pálidos, grandes ojos verdes como el bosque, sonrisa amplia, cabellos enrulados en tonos de ocre, barbas ellos, cabellos largos ellas; vestían ropas marrones, amarillas y verdes, botines de piel con suela de cuero, algunos llevaban sombreros, otros ruanas. Eran los Vayudines. Hablaban mucho, reían, soltaban carcajadas, pero no entendía lo que decían. Uno viejo, supongo que era el jefe, le indico algo a uno de ellos. Este se acerco y me ofreció algunas raíces y me indico con señas que las comiera. Y así hice. Casi inmediatamente comencé a entender su lengua; como si toda la vida la hubiese hablado.

-Bienvenido joven Enmascarado. Bienvenido a Vayudá. Soy Järgunuil, Rey de por estos lares- dijo haciendo una reverencia. Respondí igual con una reverencia.
-Mi amigo mucho ha deseado conocerlos mi señor- dijo Tomás.
-Excelente trabajo mi buen alférez al haberlo guiado hasta acá. ¿Y ya sabe nuestro amigo acerca de la misión que debe realizar?
-¿Misión? ¿Cuál misión?, nadie me dijo nada de eso- dije asombrado.

Todos siguieron hablando, celebrando, ignorando mi asombro; era como una gran fiesta, a la distancia se escuchaban tambores y flautas. Dejamos el claro del bosque atrás. Caminamos por un sendero flaqueado por helechos gigantes. No sabia si sentirme invitado o preso. Llegamos hasta el pie de un gran roble, enorme, tan alto que parecía sostener el cielo estrellado con sus ramas. Nos internamos entre sus raíces, por pasadizos escondidos, cuevas que se iban internando hasta las entrañas mismas del árbol. Allí adentro había todo un pueblo que se elevaba en vertical, como si fuese la savia que mantenía vivo al gran roble. Las casas se iban amontonando unas sobre otras, en espiral, girando hasta perderse en el infinito interno; escaleras que subían y bajaban, balcones que se asomaban, luces que escapaban por las ventanas, los Vayudines estaban por todos lados. Todo un mundo dentro de un árbol. Entre el jolgorio de la gente no vi mas a Tomás. Empezamos a subir por una escalera, pasando por galerías, balcones, tiendas, mezclándonos con el ruido palpitante de la ciudad árbol, con los olores, las miradas, los roces, las miradas. Poco a poco fui absorbido por ese mundo surrealista. Finalmente llegamos a la casa del rey, la cual estaba en la parte más alta.

-Bueno, bueno, mi joven Enmascarado, bienvenido a mi morada. ¿Qué puedo ofrecerle? Jugo de flores de apamate o de frailejones, nueces, almendras, cambures, nísperos…
-Esteee…, el jugo de frailejón esta bien – dije un poco receloso.
-Bueno, bueno, vayamos a lo que nos interesa, que ya falta poco para que la luna este llena de nuevo y poco tiempo nos queda. O mejor dicho, le queda para completar su misión- me sonrío y se sentó al extremo de una gran mesa de madera, invitándome a sentar al otro extremo.

Al parecer, el solo hecho de que yo creyera en la existencia de los duendes y de la magia, había creado una conexión energética entre ellos y yo. Por eso habían enviado a Tomás a buscarme. Supuestamente yo era el único que podía llevar a cabo la misión. ¿Y cuál era la misión? Hace mucho tiempo, mil años o más, cuando aun el rey era un joven y su pueblo se empezaba a instalar por estos páramos y bosques, ocurrió una gran lucha. Una bruja que vivía en una laguna cercana era la señora de todo lo que por estos lugares existía. Dueña de los animales, de las plantas, de las lagunas, de los ríos, del viento. Todos le temían. Era muy despiadada y quien no le obedecía simplemente desaparecía en medio de la neblina. Tanto había llegado a ser su poder, que los humanos empezaron a desaparecer de los pueblos y los senderos cada vez que la neblina aparecía. Y estaba claro para los Vayudines y los demás seres del bosque y los páramos, que la convivencia con los humanos siempre había sido excelente. Jamás debían causarles daño, si no ayudarlos. Esa era la situación cuando Järgunuil y su gente llegaron. Así que se entabló una gran batalla entre la bruja de la laguna y sus seres de la neblina y los Vayudines. Finalmente, después de ciento cincuenta años de lucha, la bruja fue expulsada a la cima de las montañas, allí donde las nieves son eternas. Pero ahora parecía que había logrado escapar de su encierro y andaba haciendo de nuevo de las suyas, reclutando aliados con su neblina. Sorprendía a los incautos humanos en los caminos y senderos y hacia que se perdieran para siempre. Sus familias los daban por muertos, pero no lo estaban, simplemente se convertían arugús, o cuerpos con el alma perdida y pasaban a formar parte de las filas de la bruja. Pero ahora los Vayudines no tenían la fuerza para poder combatirla ellos solos, necesitaban a alguien con la fuerza de los humanos pero con la energía de los duendes para poder derrotarla. Ese era yo.

8 comentarios:

Diego Flannery dijo...

Järgunuil...digo Haldar ¿qué misión le espera al Enmascarado? ¿cuál será el poder que posee nuestro héroe? ¿será la imaginación sumada a la inocencia, la pureza de corazón, el ver más allá de lo evidente, todos bienes perdidos por muchos humanos adultos?

Hisae dijo...

Esto promete...
¿Se llevará al cine?
Ansío saber como sigue.
Besos.

David dijo...

No dudo de que el Enmascarado acabará por despejar todas esas nieblas, pero me interesa saber cómo. Abrazos.

Edurne dijo...

Yo me voy a tener que leer las anteriores entregas del Enmascarado Anónimo, para enterarme un poco, digo!
Cuando lo haga... volveré!
Mientras tanto, un abrazote!

Germanico dijo...

Hola! Que buen relato, muy creativo. Además el género me encanta. Uno se queda con las ganas de más, de recorrer más ese mundo fantástico. Como en el anterior post.

Saludos

Fabián Aimar (faBio) dijo...

Epa! cómo engancha.... excelente... mola, atrapa...
seguirá la saga?
saludos

Peter Mc Cut dijo...

yo también quiero saber como sigue esto, me sorprendió y gustó mucho!!!.
No nos tengas esperando mucho please!!!!!
Saludos!

Haldar dijo...

Diego: muchas preguntas, jajajajaja! Paciencia, un gran don.

Mario: al cine? Bueno, no creo, pero si alguien esta interesado en hacerlo, bienvenido!. Eso si, debera ser filmada en los paramos de los andes venezolanos.

Arturo: ya lo sabras.

Edurne: Vale, echale una leida a toda la histora cuando tengas un tiempo. me gustaria saber que te parece en conjunto.

Germanico: me alegra que te guste. La historia continua...

Fabio: si sigue, claro que sigue.

Peter: Tratare de no tardar y escribir lo mas pronto que el tiempo me lo permita. No es por falta de ganas, es por falta de tiempo, jejejeje.

Abrazos a todos y gracias.